jueves, 22 de octubre de 2009

Silencio...

21.43....empiezo a escribir, como para variar me invade la confusión, mi mente intenta flotar en medio de un mar de impulsos y un sin fin de emociones encontradas, inclusive remordimiento, eso que jamás imaginé que pudiera llegar tocarme, eso que se opone y no es aceptado ante toda la estructura de mi carácter, ahora me envuelve y me hace frágil, me hace dudar, querer gritar, llorar, evadirlo, evitarlo, dejarlo todo; pero no me estoy comportando precisamente como una hermanita de la caridad, así que no me puedo quejar. Estoy en medio de una encrucijada entre el silencio y la sinceridad, pero cómo serte sincera? cómo decirlo sin arruinarlo más? cómo, si ni siquiera sé lo quiero y nadie deja nada claro, sé que tal vez no está bien lo que estoy haciendo, pero tal vez sólo estoy siguiendo tus mismos pasos, no hay forma de saberlo; no, por ahora sigue reinando el silencio, el reino del verbo ha descubierto su función manipuladora y mi pasividad y mi confianza casi ingenua y es mejor callar; reina el vacío incluso en las miradas, es que no hay nada, es sólo vacío, silencio y vacío, es la negación de lo que falta, lo que no se dice simplemente porque no se sabe qué es y si no indagamos en eso no lastima.



Ya ni sé porque terminé escribiendo esto!!!!!tenía otra cosa en la mente....bueno tenía muchíííísimas otras cosas en la cabeza, todavía las tengo....

5 comentarios:

Magenta... dijo...

Ay amiga silencio y vacio :S
fea cosa... t entiendo me identifique...

besos!!!

Maldad dijo...

Claro que desde luego que si puedes usarla ^-^ que bonito que te gusto la frase y gracias por preguntar :) y mas por seguir comentando^^


el silencio calma pero también mata :(

Meg dijo...

A veces es mejor no decir nada hasta que la calma llegue. Saludos

Claudia S. dijo...

Mucho silencio llega a producir mucha mas confusión =s

Genial que tengas muchas cosas que escribir, las esperamos ;)

Saludos!

Jimmy dijo...

Está biene escribir en medio de todo lo revuelto que uno tiene en la cabeza, pues queda como testimonio del momento y además es justo en los momentos de confusión y vaciío que se escriben los textos más apasionados.