...y es que hasta a jesús lo traicionaron, tal vez la enseñanza de la historia no es otra que, "No confíes en nadie", la traición es una constante en la condición humana, no importa cuan fuerte sea el vínculo, el lazo de "amistad", ocurre hasta en los mejores círculos sociales, los ¨más santos¨ o , el más santo siempre resulta ser el más mosquita muerta, porque casi siempre son los que predican de dientes para afuera, absolutamente convencidos de que son lo mejor en cuanto comportamiento humano, para hacer esto verosímil necesitan de la ayuda de sus compañeros, quienes pecan de ingenuos, no porque no sepan que todo es una patraña; cuando se llega a lo que se puede llamar una verdadera amistad ya han caído todas las máscaras, el error está en confiar en que ese comportamiento deplorable del que se es testigo múltiples veces es sólo con los demás y que por alguna razón divina tu estás exento de ella, sí, el que tira la piedra y esconde la mano nunca se fija a quien le cae, o si lo hace, pero sólo para cerciorarse de a quién le hace el daño, no es que realmente le importe, pero con todo lo que predica no puede escapar de sentirse culpable. Al final, igual que sucedió con judas, es la culpa lo que siempre le persigue como una sombra, lo que prima sobre esa hazaña tan heroica sobre su carácter débil e influenciable, que va contra todos los principios de los leales antihéroes, porque para tener carácter hay que tener principios, incluso si se va en contra de lo preestablecido.
Nunca me imaginé escribir sobre algo de la biblia... o.O... pero ya ven... conclusiones a las que llega una mientras se plancha el cabello.